Nuestra fe en que Cristo es Dios y que su perfecto plan de
amor está vigente para nosotros, nace en el estudio detallado de la escritura
que muestra a Jesucristo en aspectos fundamentales de la escritura. No podemos
pretender observar a Jesucristo en cada verso de la Biblia, sin embargo la historia
que se desarrolla apunta al supremo plan de redención que se teje en la figura
de Jesús.
Vamos a analizar cuatro diferentes tipos de Cristo en el
antiguo testamento: Personas, Símbolos, Ofrendas y Fiestas, basado en el libro de Eugenio Danyans, Conociendo a Jesús en
el Antiguo Testamento Cristología y Tipología Bíblica de Editorial Clie.
Personajes
Jesucristo se encuentra reflejado en
personas claves del antiguo testamento. La vida de estos personajes anuncia detalles
cruciales del plan de Dios de redención. Por ejemplo, en la figura de Adán
podemos ver analogías entre la forma en la que Jesucristo es hecho (Génesis
1:26-27 – Hebreos 1:3), el poder que recibe de parte del Padre (Génesis 1:28-30
– Mateo 28:18), su relación con la Iglesia (Génesis 2:23 – Efesios 5:30), entre
otras representaciones de Jesús. Abel muerto por envidia (Génesis 4:8 – Marcos
15:10), Noé y su característica obediencia (Génesis 7:5 – Hebreos 5:8),
Melquisedec representando su sacerdocio (Salmo 110:4 – Hebreos 7:3), Isaac como
el hijo del sacrificio (Génesis 22:7 – Juan 19:17), José aborrecido por sus hermanos (Génesis
38:8 – Juan 5:18) y Moisés rechazado por su propio pueblo (Éxodo 2:14 – Juan
1:11) son solo ejemplos de cómo podemos ver a Jesucristo en el antiguo
testamento.
Fiestas
(Levítico
23:1-22)
Dios dejó establecido en el antiguo testamento fiestas
solemnes, momentos de celebración que utilizó para comunicarnos su plan a
través de Jesucristo. En este escrito vamos a referirnos a cuatro de ellas:
Pascua, Panes sin Levadura, Fiesta de las Primicias y el Pentecostés.
La pascua es una festividad que celebra la salida del pueblo
de Israel de Egipto, momento que Dios aprovecha para contarnos un poco más de
la salvación. Un pueblo que vivía oprimido recibe la promesa de libertad, pero
para pasar la prueba debían de matar a un cordero sin mancha, para que su
sangre le comunicara a quien iba a hacer justicia que no podía tocarlos a
ellos. Jesucristo el cordero inmolado, aquel inocente que es degollado en
nuestras manos para darnos libertad, venciendo a la muerte y prohibiéndole
tocarnos.
La fiesta de panes sin levadura tiene una doble simbología,
según el análisis de Eugenio Danyans en su libro Conociendo a Jesús en el
antiguo testamento, muestra la vida santa de Cristo, misma que se refleja en su
caminar en la tierra, y el andar en santidad del redimido, como fruto de
recibir el perdón a través del cordero pascual.
La fiesta de las primicias simboliza al primogénito de la
muerte y a la resurrección del cristiano. Era necesario haber pasado por la
redención para poder celebrar esta fiesta. Cristo es el primero, la esperanza
por la cual todos los creyentes recibimos vida eterna, y una nueva oportunidad
de llegar al padre.
Finalmente el Pentecostés, cincuenta días después de la
pascua, es la fiesta de las Primicias. Siete semanas después de que nuestro
Señor resucitara el Espíritu Santo descendió para iniciar una nueva
dispensación, hasta la venida del señor.
Símbolos
El Arca de Noé (Génesis 6:14), el Tabernáculo (Éxodo 25) y
la Serpiente de Bronce (Números 21:4-9) también son tipologías de Cristo.
Podemos ver en sus cualidades el constante anuncio de nuestro Salvador. El arca
realizada con los árboles que perdieron su vida para convertirse en la
herramienta única de salvación, construida en tres partes simbolizando la
trinidad en el proceso de redención, nos revela la figura de Jesús.
El tabernáculo con una simbología extensa desde sus
materiales hasta quienes laboraron en su formación nos muestra el deseo de Dios
de pasar junto a la raza humana, enseñarles de santidad y sobre el
entendimiento de nuestros errores. Desde los metales que se usaron en su
construcción, por ejemplo el Oro como símbolo de la manifestación de la gloria
de Dios, la plata como símbolo de redención y el bronce como justicia, hasta
los eventos sacrificiales que se llevarían allí a cabo señalan a Jesucristo
como el gran tema principal de la Biblia.
Podemos también mirar en medio de la peregrinación en el
desierto la figura de la serpiente de bronce. Los israelitas hablaron
nuevamente en contra de Dios y de Moisés y les fue enviado un castigo,
serpientes venenosas (recordando a la serpiente antigua) que los mataban con su
mordedura. Cuando el pueblo entra en consciencia de su pecado, Dios le ordena a
Moisés crear una serpiente y ponerla en un poste, para que quien fuera mordido
por alguna serpiente mirara a la serpiente de bronce y así no moriría. La
serpiente, que simboliza maldición, ahora está en un madero para que quien
ponga su mirada en ella no muera. Jesucristo en su obra redentora de la cruz, se
hace maldición en el madero y la única forma de librarnos de la muerte eterna
es poniendo de forma perpetua nuestra mirada en él.
Ofrendas
Iniciando el libro de Levítico se mencionan cinco tipos de ofrendas, todas ellas son tipos de Cristo: el Holocausto, la oblación vegetal, la ofrenda de paz, la ofrenda por la expiación del pecado y la ofrenda por la expiación de la transgresión.
El Holocausto (Levítico 6:8-13) nos enseña que nuestro
acceso a Dios se encuentra en la obra completa del sacrificio de Cristo, inclusive
tiene simbología con respecto a la ubicación del Gólgota al norte de Jerusalén.
La oblación vegetal (Levítico 6:14-23) representa la santidad de Cristo y la
manera en la que nosotros necesitamos un sustituto. La ofrenda de Paz (Levítico
7:11-21) hace referencia a nuestro Príncipe de Paz. La ofrenda por la expiación
del pecado (Levítico 6:25-30) nos lleva a concientizar en nuestra propia maldad
y la forma en la que necesitamos a Jesucristo, haciéndose a si mismo pecado,
para que tome nuestro lugar. Finalmente la ofrenda por la culpa (Levítico
5:14-19) nos habla de la capacidad de Cristo de pagar, una vez y para siempre,
la deuda que teníamos por nuestro pecado.
Conclusión
A lo largo de todo el antiguo testamento podemos ver a Dios
revelando aspectos fundamentales sobre su plan de redención. La obra de
Jesucristo evidenciada en personajes, símbolos, fiestas y ofrendas se
complementa perfectamente con la profecía bíblica que da mucho más detalle sobre
su nacimiento, vida, muerte, resurrección y reinado eterno. Nuestra fe se
fundamenta más cuando entendemos la palabra como un todo y podemos ver en ella
la uniformidad de su mensaje y esto lo logramos a través del entendimiento de
Cristo desde el antiguo testamento.
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