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Proponga
un proceso detallado para desarrollar la observación, la interpretación y la
aplicación en el estudio bíblico, teniendo en cuenta todo el contenido abarcado
en el curso.
Observación:
El proceso de
Observación es cuando nos dedicamos a ver con atención el pasaje, no
simplemente una lectura rápido sino buscando y empapándonos de cada detalle. La
observación del texto bíblico se debe de hacer atentamente, repetidamente,
pacientemente, selectivamente, devocionalmente, imaginativamente, reflexivamente,
expresamente, escrutadoramente, minuciosamente e interpretativamente. Esto
significa que debemos vivir la palabra, ir al momento, transportarnos en la
lectura y formar parte de su narrativa, siempre en oración y con ansias de
descubrir.
En el proceso
de observación primero vemos el pasaje desde arriba, esto significa buscar un
entendimiento global de lo que trata y los temas principales que lo componen,
posteriormente buscamos el contexto del pasaje, el cual puede estar relacionado
con el texto de forma significativa. El tercer paso es leerlo en diferentes
versiones y anotar las diferencias importantes. Posterior a eso penetramos en
el pasaje y anotamos las divisiones del pensamiento, el plan general o el
desarrollo del argumento, una buena técnica es ponerle un título a cada
párrafo, y unir aquellos que traten de lo mismo. Hay preguntas que nos
facilitan nuestra observación a través de identificar claramente los personajes
y sus características, la sucesión de eventos, el lugar donde ocurren las
cosas, el momento en que ocurren, la relación causa y efecto, el Cómo ocurre
nuestra historia.
Redactamos
luego una frase que identifique el fin principal del autor.
Interpretación:
La
interpretación es un proceso inconsciente, todo lector es al mismo tiempo un intérprete
y un lector responsable de las escrituras debe de buscar conscientemente lo que
el Espíritu quiso decir para interpretar correctamente el texto bíblico.
El proceso
debe de iniciar en la oración y en la meditación. La palabra de Dios fue
inspirada por el Espíritu Santo así que podemos orarle para que nos revele la
verdad del texto bíblico. La meditación requiere tiempo y disposición de
nuestra mente para reflexionar en el significado de la palabra. Una vez con el
texto en el corazón, podemos preguntarle cuestionamientos abiertos para profundizar
en la compresión de la lectura.
Las palabras
claves que encontremos en nuestra lectura las debemos definir, buscando en el
diccionario su significado y eligiendo aquella que se adapte más al contexto.
Además debemos de comparar diferentes traducciones que nos den más claridad
sobre el texto. A título persona, como no leo griego ni hebreo me gusta usar mi
Biblia interlineal.
La Biblia se
interpreta a si misma en su mayoría, el uso de una concordancia bíblica
facilitará la búsqueda de interpretaciones. Busca conocimiento histórico y
geográfico, esto permitirá un mejor entendimiento del entorno. Al finalizar
resumimos nuestras interpretaciones sobre el mensaje principal de las
escrituras que estamos estudiando.
Aplicación
El propósito
de la palabra no queda en la interpretación, la misma debe convertirse en la
aplicación.
Debemos
preguntarnos la aplicación que tuvo en el tiempo en que se escribió la carta,
mirar cómo fue aplicado el pasaje a lo largo de la historia. Puede ser que
hayan contextos culturales que han sido modificados con el paso del tiempo que
no permiten una aplicación literal del pasaje. Hay que crear aplicaciones
concretas, permitiendo que el Espíritu Santo cambie nuestra vida a partir de la
meditación reflejada en la ejecución de:
·
Actitudes
·
Situaciones
y relaciones
·
Enseñanzas
prácticas
·
Rol
como ciudadano
·
Política
exterior
Diez puntos
principales para reflexionar que nos brindará una mejor idea de áreas para
aplicar son:
1.
Fe
2.
Actitudes
3.
Acciones
4.
Pecados
5.
Ejemplos
6.
Oraciones
7.
Aprendizaje
sobre el hombre
8.
Aprendizaje
sobre la iglesia
9.
Motivaciones
10. Promesas
Síntesis
El método
sintético nos habla de la necesidad de mirar el libro en su contexto y la forma
en la que este interactúa entre si y con su idea general. Permite centrarnos en
el enfoque real que el autor del texto bíblico nos quiere mostrar, y no
perdernos por ningún otro tema secundario o detalles pequeños.
El método
sintético debe realizarse con claridad para ver todo el contexto,
brevedad para ver sus ideas generales, congruencia ligándolo
exclusivamente al mismo libro, de la forma más comprensible posible, de una
forma sencilla, sin fragmentar eventos y de una forma pulcra.
Para elaborar
el método sintético primero construimos el esquema. Luego resumimos los
párrafos según su contenido, en una sola frase simple, para separar
posteriormente las frases en ideas principales.
Las ideas
principales deben ser generales, técnicamente títulos. Finalmente hacemos
subdivisiones de las ideas principales. Al finalizar resumimos todo el libro en
una sola frase.
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Mencione
cuáles piensa que sean los mayores inconvenientes para aplicar este proceso.
Veo dos
limitantes principales: la relatividad y la prisa.
Relatividad:
el ambiente postmoderno en que nos desenvolvemos ha dejado de lado la
profundidad y se siente satisfecho con recibir, sin cuestionar que está
recibiendo. La experiencia sensorial ha tomado el lugar que le corresponde a la
razón, el aquí y el ahora es más importante que la eternidad… Esto ha hecho que
la palabra migre de la redención a cargo de un Dios supremo a un Dios diseñado
para suplir al ser humano en lo que este desee… Una interpretación errónea ha
llevado a una aplicación errónea.
Prisa: La
velocidad con que el ser humano vive ha desplazado los tiempos de relación con
el Señor con agendas cada vez más apretadas, y llenas de cosas sin sentido. El
tiempo en el tráfico, trabajo y miles de eventos nos privan de una relación
real con el Dios de la Palabra. Si no dedicamos tiempo al estudio entonces no
vamos a poder discernir entre el alimento sano y la comida rápida.
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Comparta
cuáles serían las repercusiones de aplicar este proceso a nivel personal y eclesial.
El escritor de Hebreos nos
dice (v5.12) “Con el tiempo que llevan de haber creído
en la buena noticia, ya deberían ser maestros. Sin embargo, todavía necesitan
que se les expliquen las enseñanzas más sencillas acerca de Dios. Parecen niños
pequeños, que no pueden comer alimentos sólidos, sino que sólo toman leche”
A través del estudio
consciente de las escrituras podemos madurar! Dejar de ser niños pequeños y
comer alimento sólido. Personas maduras conforman iglesias maduras, el
entendimiento de la palabra y su aplicación nos puede llevar a una
transformación social en que la Iglesia tome el papel preponderante (de
servicio) al que fue llamada!
El entendimiento real de la
Biblia nos lleva a la aplicación. Podemos esperar que las repercusiones tanto
personales como eclesiales sean transformaciones evidentes en Servicio y
testimonio, con eco en lo eterno gracias a la Gracia!
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